Prueba un juego de serpiente clásico, donde todo es sencillo: come fichas para alargarte y ten cuidado de no chocar contra las paredes ni con tu propia cola. Hay dos modos: clásico y con joystick. En el modo clásico, solo puedes moverte en cuatro direcciones, como en los juegos antiguos. En el modo joystick, la serpiente se mueve en cualquier ángulo: más difícil, pero más interesante.
Se desbloquean nuevos niveles de dificultad con puntos. Todo empieza con uno fácil, pero luego aparecen niveles más difíciles. También puedes gastar puntos en pieles para la serpiente: los segmentos cambian y puedes hacer que se parezca a ti.
¡Guarda tus mejores resultados y siempre puedes intentar batir tu récord!